Según el evangelio de Juan, cuando el centurion romano llamado longinus atravesó el costado de jesucristo, empezo a brotar agua y sangre, lo que fue considerado un milagro. Luego de esto la lanza cayo en manos de Constantino el grande, quien uso el poder de esta para ampliar el imperio romano sin conocer la derrota. Durante los próximos mil años 45 emperadores romanos usarían el poder de la lanza, entre los que se cuentan a Carlomagno y Federico el grande. Todos invictos, todos con la lanza. Se decía que "quien poseyera la lanza dominaría el mundo".
Pero lo que pocos saben es que la lanza, encontró un nuevo usuario en un periodo no tan antiguo. A comienzos del siglo XX la lanza se hallaba en Hofburg de Viena. En una visita guiada Adolf Hitler se encontró con ella, posteriormente Hitler visitaría ese museo para contemplar por largas horas la lanza. Cuando Alemania se anexoro Austria, una de las primeras ordenes de Hitler fue pedir que le trajeran la lanza y que lo dejaran solo con ella.
Luego de esto la expansion nazi fue masivo. Pero quien pierda la lanza , también perderá la victoria. El 30 de abril de 1945 la Alemania nazi cae, mismo día en que los aliados recuperan de un bunker alemán cierta lanza la cual fue entregada por el general Patton al gobierno de los Estados Unidos, quienes la devolvieron a su hogar en Hofburg, y curiosamente Austria fue la única nación de Europa que no fue invadida por el comunismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario